Antes de trabajar con Alegría, no comprendía el impacto que ser proyectora tenía en mi negocio. Trabajaba mucho, aunque había disminuido la jornada laboral, no valoraba suficientemente el autocuidado y el tiempo para mí misma. Tampoco percibía la importancia que esto tenía en mi emprendimiento.

Además, las estrategias que empleaba para atraer clientes se sentían pesadas y, aunque había momentos de éxito económico, no lograba sostener esos ingresos por varios meses.

Lo que más me impactó al trabajar con Alegría fue alinear mi negocio con mi diseño humano y comprender mi papel como proyectora.

Experimenté un cambio interno significativo y transformé por completo mi modelo de negocio. Dejé atrás un enfoque centrado únicamente en el trabajo para priorizar mi bienestar.

Aprendí a cuidarme más y darle a ese autocuidado un espacio importante en el negocio, lo que facilitó la llegada de más clientes y recursos.

Además, desaprendí muchas de las estrategias de marketing que había adoptado previamente y busqué un modelo de negocio más coherente y ligero, alineado con mi esencia. Esta nueva forma de trabajar me permitió vender y atraer clientes de manera más sencilla.

También trabajé en mi relación con el dinero, normalizándolo y estableciendo metas financieras más elevadas.

Poco después de iniciar mi proceso con Alegría, logré generar meses constantes de ingresos de 10k y mantenerlos, algo que antes no había logrado.

Incorporé nuevas herramientas que me han permitido avanzar y escalar mi negocio de manera más fluida, en armonía con mis deseos y valores. Estoy entusiasmada por seguir creciendo y alcanzar metas financieras más elevadas, como llegar a cifras de 20k - 30k.